
El jaquetón se caracteriza por tener el cuerpo robusto, con forma de huso y terminado en una cabeza cónica. Su dorso es de un color gris oscuro que contrasta con su blanco vientre. Posee dos aletas dorsales, siendo la primera más grande, y dos pectorales. Su piel es áspera y está cubierta de una especie de escamas duras llamadas dentículos dérmicos. En cuanto a sus medidas, suelen estar sobre los cuatro o cinco metros de longitud y los 1.200 kilogramos de peso, aunque se han llegado a encontrar ejemplares mayores de siete metros.
Tiene varias filas de dientes grandes y triangulares, de bordes aserrados tan afilados como cuchillas y tan pronto como uno se desgasta o rompe otra pasa a ocupar su lugar. Sus potentes mandíbulas pueden ejercer una fuerza trescientas veces mayor que las del hombre.
Al carecer de vejiga natatoria tiene que estar en constante movimiento ya que si parase de nadar se hundiría y moriría. Asimismo, su sistema respiratorio necesita que entre agua en las branquias constantemente.
Uno de sus sentidos más desarrollados es el oído ya que tiene unas células en su morro y laterales que le permiten detectar las corrientes electromecánicas, las vibraciones y los sonidos de baja frecuencia. Su sensible olfato le sirve para percibir una gota de sangre a kilómetros de distancia y su vista también está muy acusada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario